Matt Biondi - Nadador estadounidense
Palo y agua. Palo y agua es deporte, es fuera, no es gol [...].
Cuando uno ha perdido, no se da cuenta de que ha terminado un partido excepcional, maravilloso, un partido que nadie nunca podrá criticar.
"Todos mis hermanos", Manel Estiarte - Waterpolista español
Y aunque estas tres citas puedan parecer las excusa perfecta o el "refugio" adecuado para alguien que acaba de perder, humildemente, creo que no es así.
A lo mejor para entenderlas habría que haber visto el partido de ayer del equipo senior contra el Cisneros. Bueno, creo que también habría que haber visto el partido de la ida y por supuesto haber visto los partidos contra Helvetia, Les Abelles o Arquitectura.
Me refiero a que la derrota de ayer obedece exclusivamente a la grandeza que tiene el deporte, que te da la posibilidad de ganar o perder. Está claro que hicimos cosas mal, pero también hicimos muchas bien. Y que seguramente hicimos más cosas bien que mal, si no no se entiende que fuéramos dominando el marcador casi todo el partido contra el subcampeón de grupo y aspirante a DHA.
En cuanto al partido, mucha historia. Yo cuento mi punto de vista. En los primero minutos, salimos a verlas venir y Cisneros muy enchufados y con clara vocación de cerrar el partido por la vía rápida. A los 5 minutos, ya nos han metido un ensayo. Mal asunto, porque hacía mucho tiempo que no amenazábamos el partido con el marcador en contra. Y a mi por lo menos me entró un poco de congoja, pensando en la que se nos venía encima.
Pero nada más lejos de la realidad. Si algo está demostrando este equipo es madurez. Y que por fin sabemos a lo que jugamos. Así que eso fue lo que hicimos el resto del partido. Jugar como sabemos. Pronto empezarían a llegar los puntos.
Y en ese momento, me di cuenta de una cosa. Que yo ya no jugaba para ganar el partido, ni jugaba por mi orgullo, ni por ganar al Cisneros en su casa, ni por la gente que había venido a vernos. En ese momento, yo jugaba y quería jugar porque estaba disfrutando en el campo. Porque cada acción de juego era fruto del esfuerzo, del entrenamiento llevado acabo. Fruto de un plan trazado por los entrenadores y plasmado por los jugadores en el campo contra un equipo a priori superior. Jugaba por mis compañeros, porque al final, cuando acabe el partido, sea cuál sea el resultado, los que quedan son ellos.
Ya no me importaba ganar o perder. Solo quería hacer las cosas bien y divertirme. Salir del campo convencido de que había dado lo mejor de mi. Solo quería no poder hacerme ningún reproche.
Y creo que todos pensábamos igual.
Y así, si se pierde, se pierde porque en el deporte la derrota es algo tan cierto como la victoria. Porque perdimos, pero pudimos ganar. Porque ya desde hace bastantes partidos estamos disfrutando del viaje, estamos disfrutando con lo que hacemos.
Magnífico artículo, Alfonso.Esfuerzo,hacer las cosas bién y divertirse, ese es el camino.
ResponderEliminarHay mi Alfonsito...¡Qué sensación más dulce la del que disfruta jugando!, sabedor de que su esfuerzo y dedicación tienen premio, el mero hecho de estar bien preparado mental y físicamente para afrontar el desafío del partido. Un abrazo
ResponderEliminar