Joseph Joubert, ensayista y moralista francés
Sólo una persona mediocre está siempre en su mejor momento.
William Somerset Maugham, escritor británico
A lo largo del año tengo tiempo de conocer muchos jugadores y trabajar con varios equipos. No sólo los equipos a los que entreno o con los que entreno, también me fijo en el resto de categorías que entrenan en el Liceo.
Muchos jugadores pasan por mi y aún más jugadores puedo observar. Y si hay algo que me da mucha rabia es ver como jugadores o grupos con un gran potencial, se pierden en la mediocridad.
Jugadores, equipos e incluso entrenadores, entran en una rara espiral de mediocridad. O bien se conforman con lo éxitos moméntaneos y fáciles o bien, no son capaces de hacer autocrítica cuando hay derrotas.
Es curioso ver como jugadores o equipos que están en su mejor momento, de repente se desconectan y se diluyen en la mediocridad.
Pienso en esto después de haber entrenado ayer a los infantiles... Venían de ganar fácil, jugando bien, con buenas sensaciones... y al plantearles los ejercicios, deciden dejar de intentar hacer las cosas bien. De repente, dejan de ser buenos jugadores, ya lo saben todo. Se conforman con lo que tienen.
Y yo le digo a Jesús... parece que estos tios lo que necesitan es perder el partido para venir a entrenar en condiciones. No lo entiendo.
Pero es que luego los senior no nos quedamos atrás. Cuatro gatos entrenando ayer. E idéntica situación, venimos de jugar bien, de prometérnolas muy felices para los partidos que nos quedan. ¿Acaso no tenemos cosas que mejorar? ¿Ya hemos llegado a nuestro límite como individuos o como colectivo?
Yo os aseguro que no, tanto infantiles como senior tenemos un potencial increible y creo que no hemos explotado ni el 25% del mismo.
Al final, parece que nos conformamos con la mediocridad. Creemos que ya hemos alcanzado la excelencia. Creemos que estamos en nuestro mejor momento. Y lo que no vemos es que caemos en la mediocridad.
Puede que a corto plazo esto nos sirva. Estoy seguro de que ambos grupos vamos a sacar los partidos que nos quedan con nota. Pero al final siempre queda el "y si..."
¿Y si hubieramos entrenado un poquito más? ¿Y si hubieramos hecho un pequeño esfuerzo más? ¿Y si tuvieramos un pelín más de compromiso y de autoexigencia?
Pues estoy seguro que no tendríamos límites...
Como dice Josef Ajram... "No sé dónde está el límite, pero sí dónde no está"
Me parece un excelente comentario que en cierta medida se podría extrapolar al rugby madrileño de los últimos 5 años.
ResponderEliminarHe conocido muchos jugadores de la comunidad con muy buenas condiciones y talento;y no me explico como no son seleccionados para la madrileña o para jugar fuera como invitados con otros equipos que les conozcan...
Lo único que puedo observar es que se llega a un punto donde lo mas fácil es conformarse.
Christian.